Nuevo Casas Grandes , Chihuahua
En 1879 se estableció una estación del Ferrocarril Río Grande en una tierra desértica, donde aún abundan palomas y conejos y cuya temperatura extremosa va de los 40º C a menos de 10º C. Es en 1923 cuando la tímida estación llega a convertirse en ciudad, adquiriendo su autonomía municipal y bautizándose como Nuevo Casas Grandes, nombre dado por la cercanía con otra comunidad cuyo nombre es, precisamente, Casas Grandes.
Nuevo Casas Grandes se localiza al norte del estado de Chihuahua, a 321 km de la Ciudad de Chihuahua. Es una de las ciudades más modernas de la región, con la mejor infraestructura turística, contando con hoteles y restaurantes de alto nivel, además de estar rodeado de un sinfín de lugares de interés para los visitantes. Su posición geográfica, a pocos kilómetros de Estados Unidos, hace que haya un contacto amistoso con Colorado y otros puntos del sur del país del norte.
Dentro de la ciudad, el turista podrá ir a sus principales atractivos turísticos: la calle, estatua y Plaza Benito Juárez, la Unidad Deportiva, el Balneario El Ranchito, la Catedral Medalla Milagrosa, el Palacio Municipal con su “Mural de las Ciudades Hermanas” y su Plaza Héroes del Carrizal. Sin duda, uno de sus símbolos más representativos es la Estación del Ferrocarril, misma que en su momento, fue el detonante del desarrollo de la ciudad. Fue construido en 1898 como cuartel, pero es en 1911 cuando entra en función como estación de ferrocarril; la arquitectura antigua del lugar es similar a viejas estaciones del sureste de Estados Unidos.
Existen colonias de mormones que forman parte de la cultura de la ciudad y llaman la atención del turismo, por ser éste un país mayoritariamente católico; estos grupos de rasgos tradicionalistas llegaron de Estados Unidos a principios del siglo XX. La Colonia Juárez se encuentra a 23 km de Casas Grandes, lugar donde se encuentran templos y huertos frutales; la Colonia Dublán se ubica a la entrada de Nuevo Casas Grandes, también cuenta con templos y huertos; ahí se encuentra la construcción más representativa: el Antiguo Templo Mormón que data de 1885.
Alrededor de la población se encuentran lugares encantadores para el turismo: Arroyo de los Monos posee grabados en roca y pinturas rupestres de culturas prehispánicas; el Parque Acuático Madero cuenta con una refrescante arboleda y canchas deportivas; la Laguna Fierro y la Laguna Grande son dos almacenamientos de agua artificial donde se practica la pesca y el esquí; la Presa Peñitas es perfecta para darse un baño en sus albercas y el manantial, en ella se practica la pesca y el ecoturismo con el arribo de aves procedentes de Canadá; en el Rancho La Manga se practica el montañismo, campismo, pesca y paseos a caballo; la Cueva de la Olla, Cueva Grande, cuevas de la Sierra La Escondida y del Conjunto Mogollón son sitios para el espeleísmo.
Nuevo Casas Grandes posee dos zonas arqueológicas de gran relevancia en norte del país: Paquimé y Cuarenta Casas. Paquimé, a sólo medio kilómetro de Casas Grandes, fue una población prehispánica que tuvo su inicio, auge y decadencia del siglo XIII al XV, sin alcanzar a ver la entrada de los colonizadores españoles. Esta cultura, en influencia con otras del sur del actual Estados Unidos, se distingue por sus construcciones de adobe y puertas en forma de “T”. Algunas de sus principales construcciones están bautizadas como: la Casa de los Hornos, la Casa del Pozo y la Casa de los Muertos, entre otras. Debido a la importancia y el asombro que despierta esta zona, la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad. Junto a la zona arqueológica se encuentra el Museo de las Culturas del Norte, con una arquitectura entonada con la armonía de Paquimé, que muestra diferentes materiales relacionadas con étnias del norte mexicano.
Cuarenta Casas, llegando por la Carretera a La Norteña, es un conjunto de cuevas a la mitad de un acantilado al que hay que llegar a pie, bajar una hora por una vereda hasta el fondo de la barranca y después subir hasta el Arroyo del Garabato, donde se encuentra este lugar. Aunque se llame “40 casas” se trata de 15 habitaciones de adobe, algunas de dos plantas, que corresponden al siglo XIII. Abierto en horas de luz natural, hasta la 17:00 horas, los visitantes pueden ser conducidos para contemplar esta interesante muestra del talento prehispánico. La única cueva que ha sido parcialmente restaurada es la Cueva de las Ventanas, pequeño sitio construido con fuertes muros de adobe colado, en los que pueden verse pequeñas puertas con forma de T, características de la arquitectura de la región.
