Rodeada de siete municipios, al centro del Estado de Michoacán, se localiza un majestuoso municipio: Tacámbaro, cuyo nombre proviene de la voz chichimeca que significa “Lugar de Palmeras”, y cuyos recursos naturales son pretextos para una visita inolvidable.
La historia de la región tuvo interesantes participaciones durante la Revolución Mexicana, además, en el municipio se fund el primer taller de imprenta en 1858 y la primera Normal Rural en México en 1862. La ciudad hace gala de las raíces y tradiciones indígenas, pues hasta la actualidad existe esta comunidad indígena habitando el municipio. La principal lengua indígena viva es el purépecha y después el totonaca. Reflejo de esta influencia, son los huaraches y sombreros de palma, destacadas artesanías de la región, así como la gastronomía donde es obligado degustar el “Trito” y la sopa “Cola de Buey”, manjares de la herencia culinaria indígena.
Tacámbaro se encuentra en el sistema volcánico transversal, con casi 800 km² de superficie y una altura de 1,640 msnm, donde bordean los más espectaculares paisajes de la Sierra de Santa Clara, del Coco y de Acuitzio, los Cerros Hueco, Colorado, El Jabalí, el Tigre y La Cruz, los Ríos Tacámbaro, Pedernales y Frío, el Arroyo de Apoyo y la Laguna de la Magdalena. Los paisajes que dominan la vista son tres tipos de bosques: mixtos, donde hay encino y cedro, bosque tropical que contiene ceiba y huisache, así como el bosque de coníferas. Todo enmarcado por un clima tropical y templado con lluvias en verano.
El turista podrá disfrutar de distintas actividades en sus recursos naturales, como el Cerro Hueco y la Laguna del Bosque, o asistir a sus coloridas fiestas, como el Aniversario de la Fundación, cada 11 de abril, o las Fiestas Patrias de Septiembre. Además, en el poblado se encuentran joyas arquitectónicas como la Catedral de Tacámbaro, las ruinas de la Capilla de Santa María Magdalena, la Plaza Principal, con sus bellas bancas y fuente de cantera, o la escultura de la Virgen de la Purísima Concepción, que data del siglo XVI.
La familia, parejas o amigos que se aventuren a visitar Tacámbaro, encontrarán la riqueza cultural en su patrimonio, la hospitalidad, gran servicio de sus hoteles, la alegría, diversidad de su población, y la seguridad de encontrar tranquilidad y belleza en el mismo lugar.