Ecoturismo
Todo Michoacán es un paraíso visual, lleno de verdor y agua, que lo hacen lugar ideal para rentar e instalar casas de campaña, pasear a pie, en caballo o bicicleta, practicar montañismo, senderismo, cañonismo o distintas actividades al aire libre. Bosques frondosos, interesantes cumbres y hermosos lagos convierten a la entidad en un verdadero manjar para la práctica de actividades.
Por todo el estado se puede recorrer áreas verdes, con abundante vegetación y especies silvestres, como marco para practicar el campismo, compartiendo momentos familiares, o contemplando las noches estrelladas en pareja. Algunas de sus principales reservas ecológicas son: Parque Nacional Eduardo Ruiz y Pico de Tancítaro, cerca de Uruapan, el Parque Lago de Camécuaro, en las afueras de Tangancuícaro, al oriente de Morelia se encuentran los parques nacionales José María Morelos, Cerro de Garnica y Los Azufres, y haciendo frontera con el Estado de México, el Parque Nacional Bosencheve. Es imposible omitir la Sierra Chincua y El Rosario, santuarios de la mariposa monarca, donde ésta especie protegida, que se hospeda a mediados de noviembre y le da renombre al estado, brinda un candor a la vista de todo aquel que los recorre.
Si bien no sobresale en su fama por su pesca deportiva, en algunas de sus tantas presas y lagos, ocasionalmente se practican actividades acuáticas, pero sobre todo el campismo, ya que las aguas están circundadas de atractivos bosques. Las presas con que cuenta el estado son: Infiernillo, Zicuirán, Cointzio, del Bosque, Mata de Pinos, Sabaneta y Pucuato (éstas últimas tres a muy escasa distancia), El Fresno y Tepuxtepec. De sur a norte, sus lagos son Zirahuén, Pátzcuaro y Cuitzeo, famosos en todo el país.
Merece una mención especial el Volcán Paricutín, donde se realizan diferentes tipos de recorrido, desde el senderismo a pie, hasta paseo a caballo o en bicicleta. Instalado cerca de Angahuan, éste es el volcán más joven del continente y el único que el ser humano vio nacer, el día de su erupción, el 20 de febrero de 1943. El visitante puede trasladarse y pisar, literalmente, el piso de lava que sepultó a San Juan Parangaricutiru, cuya torre, pared y altar de su iglesia fue lo único que se negó a desaparecer.
Cabalgatas
En Morelia, capital del estado, y en los alrededores de Pátzcuaro, la cabalgata ha tenido una tradición que fascina al visitante ávido de recorrer hermosos paisajes entre bosques y cascadas, entrar en contacto íntimo con la naturaleza, y participar de una aventura, sencillamente, inolvidable.
Partiendo de Morelia se puede disfrutar de recorridos a caballo por los bosques aledaños, las regiones lacustres o caídas de agua cercanas. Hay recorridos hasta la Presa de Cointzio, Lago de Zirahuen y Santa Clara del Cobre; de las Cascadas de Ichaqueo a Umécaro, o hasta Pátzcuaro y Angahuan.
De Pátzcuaro se puede partir, montando a caballo, a varios pueblitos asentados junto al lago, bordeados por suaves pendientes cubiertas de pasto, y disfrutando al mismo tiempo de un paisaje lacustre y volcánico. Algunos de estos pueblos son Erangorícuaro, Ihuatzio y Napizaro.
También se puede cabalgar de Pátzcuaro hasta Uruapan, 60 km. adelante. Allí puede recorrerse el Parque Nacional de la Barranca Cupatitzio, y llegar a contemplar el río que da origen a la cascada Tzarácuara, de 60 m. de altura. Si se prefiere, es posible observar a caballo un exótico paisaje creado por el volcán Paricutín, que sepultó en lava a San Juan Parangaricutiro en 1943, o bien, escalar sus 2 808 metros.
En los diferentes sitios de servicio o clubes hípicos, se puede encontrar la asesoría y la guía más profesional, los caballos más dóciles y entrenados, y opciones para acampar, capacitarse en cursos relacionados con la equitación, o incluso, informarse sobre los eventos más profesionales, como el “Endurance” que es una carrera de larga duración por terrenos difíciles y climas extremosos que se está convirtiendo en tradición y un atractivo turístico más. Para practicar la cabalgata no hay grandes impedimentos físicos que vencer, pero sí hay muchas razones para aventurarse.
Ciclismo de montaña
El estado de Michoacán ocupa el primer lugar nacional en convocatoria para la práctica de ciclismo de montaña. Desde caravanas de ciclistas por la ciudad hasta altas cumbres, el estado ofrece piedra y tierra abundante para rodarla.
Por los pueblos que rodean al Lago de Pátzcuaro, es común ver paseantes en bicicleta, adentrándose en éstos pueblos mágicos, recorriendo pintorescas calles, y a la vez, haciendo un ejercicio completo. El circuito de rodeo del lago es de casi 80 km, que pueden recorrerse al tiempo y antojo del visitante. También por los bosques aledaños a los lagos de Zirahuén y Cuitzeo, la belleza y la claridad del aire hacen posible realizar este deporte extremo.
Sin duda, incontables bosques y caminos de Michoacán pueden recorrerse en bicicleta, pero el sitio más famoso es el volcán Paricutín. Este monumento natural, ubicado en las afueras de Angahuan, es el más joven volcán de América y el único que ha nacido contemplado por el ser humano actual. Algunos exploradores comparten sus experiencias por internet, destacando no sólo la experiencia del ciclismo de montaña, sino la belleza del recorrido y la enigmática imagen de San Juan Parangaricutiro, pueblo hundido en la lava en 1943, del que sólo se libraron las partes altas de una iglesia.
Deportes Extremos
Los múltiples recursos naturales del estado ofrecen al visitante paisajes para disfrutarlos con toda tranquilidad, o bien, la posibilidad de adentrarse en fuertes experiencias que quedarán grabadas para toda su vida. Ningún visitante podría olvidar escalar la roca de un cañón, explorar el cráter de un volcán o lanzarse al aire desde una cumbre.
Debido a que Michoacán es parte del Eje Volcánico Transversal y de la Sierra Madre Occidental, los amantes del montañismo pueden medir sus aptitudes en el Pico de Tancítaro y el Volcán Paricutín, en Uruapan; Condémbaro, en la Huacana; La Aguja, en Tumbiscatío; Dolores, en Huétamo; San Andrés, en el municipio de Hidalgo; y Patamban, en Zamora.
Los amantes del rappel pueden practicar la escalada en las paredes del cañón de Tzarácuara, al sur de Pátzcuaro, donde se han acondicionado algunos servicios útiles para el visitante, como asaderos, sanitarios y techos para tiempo de lluvia. 18 km. más adelante la Barranca de Cupatitzio, o la zona arqueológica de Tingambato, es también un lugar frecuentado por deportistas extremos.
Pocas aventuras en el mundo pueden resultar tan espectaculares y excitantes como el vuelo libre y el parapento, actividades que desde la preparación hasta el despegue, hacen latir los corazones de vértigo y adrenalina. Sin necesidad de saltar de un avión o la ventana de un edificio, la sierra michoacana ofrece altas y bellas cumbres para los que quieran competir con águilas y halcones, surcando el aire con el grito que se ahoga en la caída. Los aventureros pueden practicar en la Sierra de Chincua, en los municipios de Ocampo; Angangueo y Senguio; el Quinceo, en Morelia; el Mirador de Mil Cumbres y la Escalera, en el ayuntamiento de Charo; el poblado del Caracol, municipio de Hidalgo; el Cerro del Estribo, en Pátzcuaro; y en la Costa, en los miradores de las Brisas y San Juan de Alima.
Golf
Existen cuatro campos de golf en toda la entidad, pero son suficiente para que Michoacán sea sede de importantes torneos de Golf, como la Corona Championship, o que en sus campos hayan jugado (y triunfado) verdaderas personalidades del deporte, como la famosa mexicana Lorena Ochoa.
Morelia, la más importante ciudad del estado, privilegiada con una altura de casi 2 mil metros sobre el nivel del mar, y un clima templado casi todo el año, tiene el Club Campestre, con 9 hoyos, y a sólo 3 km., el campo más atractivo del estado, el Tres Marías Residencial Golf Club, con 27 hoyos.
En el kilómetro 129 de la carretera Toluca a Morelia, cerca de Contepec puede disfrutarse de la Hacienda Cantalagua Hotel & Country Club, que cuenta con un campo de golf de 18 hoyos, y en Zacapu está el Valle de Rocas Country Club, de 9 hoyos, el campo de golf más pequeño del estado pero no menos profesional y divertido.