Mulegé, Baja California Sur
Mulegé es el nombre del municipio más grande de Baja California Sur, así como una de las poblaciones más verdes rodeada de palmares, playas, islas y la majestuosidad de la sierra. El pueblo de Mulegé se encuentra hacia el Norte de la entidad mirando hacia el Mar de Cortés (Golfo de California). Se encuentra lejos de La Paz, capital del estado, a casi 500 kilómetros al Sur.
La cabecera municipal y cuidad principal del municipio es Santa Rosalía, a 63 km al Norte de Mulegé. Aquí se encuentran la Iglesia de Santa Bárbara y el Archivo Municipal (ambos diseñados por Gustave Eiffel), entre otros edificios afrancesados construidos en el siglo XVIII por la compañía “El Boleo”, cuando la extracción del cobre era lo más próspero. Otros poblados importantes del municipio son San Ignacio y su misión jesuita del mismo nombre, así como Guerrero Negro y la salinera al aire libre más grande del mundo que posee. Guerrero Negro es la última ciudad al Norte de Baja California Sur, punto de encuentro con el Estado de Baja California, y se encuentra a 282 km de Mulegé.
A pesar de que el pueblo de Mulegé cuenta con atractivos turísticos culturales propios como la Misión de Santa Rosalía y el Museo Regional, buena parte del encanto para el turismo se encuentra en los alrededores, pues desde playas hasta volcanes, ofrecen grandes posibilidades de descanso y diversión. Por ejemplo, las lagunas de San Ignacio y Ojo de Liebre, que dan hacia el Océano Pacífico, son aguas perfectas para el avistamiento de ballenas que inicia en febrero de cada año. También hacia las aguas oceánicas se encuentran: Bahía Asunción, La Bocana, Bahía Tortugas y Punta Eugenia; y del lado del Mar de Cortés está Bahía Concepción con sus playas Punta Prieta, Punta Arena, Santispac, La Escondida, El Burro, El Requesón y El Coyote. En todas estas aguas se practican sesiones de buceo, esnórquel, kayak, pesca deportiva, veleo y surf.
Y a pesar de estar rodeado de agua y poblaciones llanas, hacia el Norte de Baja California Sur hay interesantes espacios naturales como la Reserva Natural Vizcaíno, una de las más extensas de Latinoamérica; el Volcán de las 3 Vírgenes: un reto para alpinistas profesionales que podrían escalar sus 2 mil metros; la Cueva del Ratón con sus pinturas rupestres donde aparecen figuras humanas y animales, testimonios de la cosmogonía de los antiguos pobladores; y la Cueva de la Concha donde también hay figuras colosales de dos colores con animales característicos de la región.
A través de las diferentes comunidades, la gran mayoría muy pequeñas, usted encontrará diferentes servicios turísticos para unas espléndidas vacaciones. El hecho de que no haya poblaciones grandes, no demerita la atención en hoteles, restaurantes y comercios, al contrario, esa relativa soledad de la región, hace que mar y montañas queden prácticamente a sus anchas, sin grandes concentraciones de gente y con un una insospechada riqueza biológica.